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martes, 17 de agosto de 2010

Anguiano Moreno: Mis detectores moleculares sí funcionan. ¿De verdad?

En marzo de este año salió el artículo de Marc Lacey Mexico Is Warned on Drug Detector en The New York Times en el cual se informaba que el Gobierno del Reino Unido había advertido al mexicano sobre la inutilidad de los pseudodetectores GT200 de Global Technical Ltd. —aunque, probablemente por razones diplomáticas se limitaron a decir que "podría no funcionar"—, algunos periódicos hicieron eco de esta nota. Ante las críticas, la gente de Segtec S.A. de C.V., distribuidores del estos aparatos en el país, declaró en una entrevista a Andrés Becerril del Excélsior lo siguiente:

"...Segtec, comercializadora de la pistola molecular GT 200, aseguró que ésta no presenta ninguna falla; que seguirán importando el instrumento conocido como la ouija del diablo desde el Reino Unido; que no tienen ninguna queja de su funcionamiento y que, en todo caso, se trata de una confusión con otro dispositivo, el ADE 651."

"Su versión [de Segtec] es que el ADE 651 falló en Irak, pues no pudo reconocer unas bombas, y que por esa causa murieron muchas personas."


Quiero hacer notar, por si no está al tanto de esto, que los estafadores de Segtec S.A. de C.V. omitieron mencionar que así como en Irak con el ADE651, en Tailandia murieron policías cuando este aparatejó marcó falsos negativos mientras se buscaban bombas, sólo que en estos caso no las buscaban con un ADE651 sino con un GT200. Estos incidentes, como recordará, ocasionaron a la larga y sólo después de que la prensa tailandesa mencionara una y otra vez las críticas que había sobre el aparato, que el GT200 fuera sometido a pruebas de doble ciego que —oh sorpresa— falló estrepitosamente; esto a su vez llevó al Primer Ministro Abhisit Vejjajiva a pedir que se examinara el interior de uno de estos aparatos, descubriéndose —oh sorpresa— que carecía de componentes electrónicos o de cualquier otro tipo que pudieran justificar su supuesto funcionamiento, lo que terminó, al menos, con la cancelación de una compra de más aparatos que me parece, ya se había agendado con Global Technical.

Y digo al menos porque por bueno que esto es, no fue suficiente. El Ejército tailandés, así como la Policía, insisten en usar estas varitas mágicas —el GT200 y el Alpha 6 respectivamente— a pesar de tener evidencia sólida de que no sirven para nada.

Todo esto viene a colación por lo siguiente. Como recordará, hace poco comentába por aquí que Mario Anguiano Moreno, el Gobernador de Colima, había decidido gastar 10 millones de pesos en la compra de unos innominados "detectores moleculares". Poco después confirmamos nuestra sospecha de que estos detectores eran ADE651 (o 650) de ATSCL UK, el mismo modelo que comprara en su momento el anterior Gobernador de Colima, y que sabemos que también utiliza la Secretaría de la Defensa Nacional aunque oficialmente reniengue de ello.

Ya vimos que el pasado 10 de agosto, ante una pregunta de una reportera de ColimaNoticias.com, Anguiano insistió que las críticas sobre estos juguetes engañabobos que se venden a precio de oro como si de verdad pudieran detectar algo más allá de la imbecilidad de quienes los compran, "no corresponden con las verificaciones físicas que están haciendo los elementos que han participado en el proceso de capacitación".

Esta respuesta es una tontería. Trataré de explicarlo con este ejemplo:

Cuando a las víctimas pacientes de los homeópatas se le señala que los remedios homeopáticos no tienen una sola molécula del componente activo que pudiera explicar su supuestas virtudes curativas y que todo apunta a que las mejoras percibidas en su salud se deben en realidad al efecto placebo, exclaman, ofendidísimas: "Tú dirás lo que quiera pero a mí no me importa lo que diga la ciencia porque a mí me funciona".

Trasladando esto al caso que nos ocupa, podría quedar así:

Cuando a los víctimas compradores de los detectores moleculares como el GT200 y el ADE651 se le señala que estos aparatos no tienen un sólo componente electrónico real que pudiera explicar su supuestas capacidades de detección y que todo apunta a que su funcionamiento se debe en realidad al efecto ideomotor, exclaman, ofendidísimos: "Tú dirás lo que quiera pero a mí no me importa lo que diga la ciencia porque a mí me funciona".

O dicho en palabras de Anguiano, "no corresponden con las verificaciones físicas que están haciendo los elementos que han participado en el proceso de capacitación".

Eso fue el 10 de agosto, pero como verá a continuación, Anguiano insiste estóicamente en hacer el ridículo. Un par de días después, el 13 de agosto durante otra conferencia de prensa, otra anónima reportera pero ahora de Meganoticias, quizá después de leer esto, se animó a hacer esta pregunta:

"Con relación a los detectores moleculares, sí funcionan o no funcionan; como le comentaba, en internet aparece que esta empresa que los construye o fabrica está demandada porque los famosos detectores no funcionan."


La respuesta de Anguiano, fue la siguiente:

"Es cierto lo que comentas, pero es importante que la población sepa es que quienes sacaron un modelo y un tipo de detector molecular, se demostró que no funcionaban; los detectores que se están adquiriendo por parte de las instituciones de seguridad, tanto del nivel federal como el estatal y municipal, son detectores de otra empresa, es otra marca y están absolutamente probados y funcionando, incluso aceptados y probados allá en su país de origen, Inglaterra, y quienes en el país los han utilizado con mayor anticipación a lo que lo esta haciendo hoy día el estado, ha sido el Ejército y La Marina; con ellos hemos platicado sobre el funcionamiento y están absolutamente convencidos de que es eficiente."


Permítame diseccionarla, que es deliciosa.

1. "Es cierto lo que comentas, pero es importante que la población sepa es que quienes sacaron un modelo y un tipo de detector molecular, se demostró que no funcionaban..."

Es verdad, sabemos que el GT200 de Global Technical Ltd. no funciona. Pero lo mismo sabemos del ADE651 de ATSC UK y para acabar pronto de todos los modelos —sin importar el fabricante— que han sido sometidos a pruebas de doble ciego y no a las demostraciones organizadas por (o como indican) sus vendedores.


2. "...los detectores que se están adquiriendo por parte de las instituciones de seguridad, tanto del nivel federal como el estatal y municipal, son detectores de otra empresa, es otra marca y están absolutamente probados y funcionando..."

Recordemos que Segtec "aclaró" que el modelo que ellos distribuyen en México, el GT200 de Global Technical Ltd. "sí funciona", que el detector que no servía era el de la competencia, el ADE651 de ATSC UK. Y la SEDENA, si no en palabra pues oficialmente no ha dicho una sola sobre las críticas, sí en los hechos le da la razón pues siguen usándolo.

Pero lo curioso es que en Anguiano, aunque ha omitido mencionar el nombre del modelo que compró, sabemos que no fue el GT200, sino el ADE651... Es decir, compró el aparato que se supone no funciona.

Ahora que en honor a la verdad es que esto no importa mucho pues en los hechos la SEDENA también le da la razón a Anguiano, pues si bien niega tener ADE651 en su arsenal molecular, es un hecho que también lo ha usado. Dicho de otra forma, el GT200 y el ADE651 sirven y no sirven, según cuándo y a quién le pregunte usted.

El hecho es que ninguno funciona como aseguran sus fabricantes.



3. "...incluso aceptados y probados allá en su país de origen, Inglaterra..."

Esto es una absoluta mentira. Confío en que se deba a que Anguiano está muy mal asesorado y no por otra cosa. Veamos que tan probados y aceptados están el Reino Unido:

a) Si bien durante un tiempo los Royal Engineers —militares al fin— juraron y perjuraron que el MOLE —antecesor directo del GT200— funcionaba, el Departamento de Defensa del reino unido nunca avaló tales productos. Tan es así que se le pidió a Global Technical que dejara de usar su nombre para promocionarlos.

b) Jim McCormick, cabeza visible de ATSC UK, los fabricantes del ADE651 —sí, el que se compró en Colima— fue arrestado en enero de este año por sospecha de fraude. Libre bajo fianza y aprovechándose de que la prohibición de su gobierno, por tecnicismos legales, solamente le impide la importación a Irak y Afganistán, países en donde el Reino Unido mantiene tropas, sigue haciendo de las suyas.

c) En junio de este año la Policía de Londrés emitió un boletín en donde se menciona que habían sido allanadas las intalaciones de tres de los fabricantes de estas varitas de zahorí glorificadas, entre ellas las de Global Technical Ltd., que hacen el GT200.

No sé usted, pero después de esto, yo me inclinaría a pensar que mucho muy aceptados y probados allá en su país de origen no están. Quizá el Gobernador tenga en su poder otra información para afirmar lo contrario.

Información, sin duda, proporcionada por los vendedores de estas porquerías.



4. "...quienes en el país los han utilizado con mayor anticipación a lo que lo esta haciendo hoy día el estado, ha sido el Ejército y La Marina..."

Mal de muchos, consuelo de pendejos, como quien dice.



5. "...con ellos hemos platicado sobre el funcionamiento y están absolutamente convencidos de que es eficiente."

Lo cual, aunque triste y acojonante —después de todo estamos hablando de la Secretaría de la Defensa Nacional y de la Secretaría de Marina Armada de México— no es sorprendente. No son ni de lejos las únicas fuerzas armadas o policiales que han sido engañadas con estas baratijas.

No por nada los estafadores que las venden —te estoy viendo, Segtec— en sus contratos estipulan claramente que no se puede divulgar nada sobre su basura, escudándose con unas absurdas y mañosas cláusulas de confidencialidad, mismas que fueron una de las razones por las que en Tailandia dudaron durante un tiempo en examinar físicamente al GT200. De esa forma se aseguran de que los aparatos no sean analizados por científicos independientes, quedando los compradores —militares y policías que en general no se caracterizan por ser muy críticos que digamos— a merced de los mercachifles que, como buenos charlatanes, marean a sus víctimas con rollos pseudoceintíficos y los convencen de el giro de la antena se produce cuando el aparato detecta algo y no por el involuntario giro de la muñeca de su operario, que es lo que pasa en realidad.

Esta parte de la respuesta de Anguiano también refuerza mi sospecha de que salvo las pruebas que se hicieron cuando Pemex Exploración y Producción compró sus aparatos —GT200— asesorados por elementos de la SEMAR (chingao, todavía le debo esa entrada), todos los demás se han saltado esta fase y confiando en los dichos de los vendedores y en las anécdotas de usuarios previos, procedieron directamente a comprarlos.

La falacia del principio de autoridad en su máxima expresión: Si las Secretarías de Marina Armada de México y Defensa Nacional dicen que funciona, funciona.

Aquí le paro por ahora. Espero que si Anguiano o sus asesores llegan a ver esto, comprendan que a pesar de lo que les digan, les vieron la cara. Y si a pesar de esto insisten en que sus detectores moleculares funcionan, los invito a que hagan las pruebas correctas con sus detectores moleculares. Aquí se pueden dar una idea de cómo hacerla.

A.T.

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